Pela la manzana y córtala en dados de unos 3x3 mm.
En una paella o en un wok, añade la mantequilla, el azúcar y el jugo de limón. Cuando el azúcar se funda, añade la manzana. Saltea hasta que se caramelice.
Para la crema catalana, añade a una cacerola la leche, el azúcar, la canela y la ralladura del limón. Cuando hierva, aparta del fuego y deja reposar un poco.
Mientras, bate las yemas con la maizena hasta que se integre bien.
Cuela la leche, añade la mezcla y vuelve a llevar a ebullición. Remueve hasta que la mezcla espese.
Igual que en la anterior receta, crea un par de capas manzana-crema y ponlo a refrigerar por lo menos 1 hora.
A la hora de servirlo, espolvorea azúcar por encima y quémalo. ¡Todos a comer!